¡BIENVENIDO! ¡BIENVENIDA!

Te damos la bienvenida a este Blog. Compartiremos inquietudes religiosas que nos mueven a reconocer a Dios en nuestras vidas. Puedes LEER Tu Evangelio del Día aquí http://tuevangeliodeldia.blogspot.com/ ¡Bendiciones!

miércoles, 30 de junio de 2010

El Evangelio del día 01/07/2010

Jueves de la XIII Semana del Tiempo Ordinario

Evangelio según San Mateo 9,1-8.

Jesús subió a la barca, atravesó el lago y regresó a su ciudad. Entonces le presentaron a un paralítico tendido en una camilla. Al ver la fe de esos hombres, Jesús dijo al paralítico: "Ten confianza, hijo, tus pecados te son perdonados". Algunos escribas pensaron: "Este hombre blasfema". Jesús, leyendo sus pensamientos, les dijo: "¿Por qué piensan mal? ¿Qué es más fácil decir: 'Tus pecados te son perdonados', o 'Levántate y camina'? Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados -dijo al paralítico- levántate, toma tu camilla y vete a tu casa". El se levantó y se fue a su casa. Al ver esto, la multitud quedó atemorizada y glorificaba a Dios por haber dado semejante poder a los hombres.

COMENTARIO

Me resulta siempre curioso este evangelio, especialmente por las palabras de Jesús. Es como si a primera vista, sus palabras estuvieran en el orden equivocado. Me explico: Le traen a un paralítico, y Jesús le dice "Tus pecados te son perdonados" -Uno podría haber esperado el "Levántate y camina"- y cuando le dice a los escribas, que ahora se van a dar cuenta que Él tiene poder para perdonar pecados le dice más bien "Levántate y camina" -y no una reiteración de "Tus pecados te son perdonados".
Y es que ambos elementos están enlazados: el perdón y la sanación. Y lo que queda manifiesto es que el perdón es mayor, sólo la autoridad de Jesús, que es el hijo de Dios, puede darlo. Y para que se manifieste que ese perdón es de Dios, es real, está el signo de levantarse y volver a casa. ¿Qué otra cosa no es el perdón que "levantarnos e ir a casa"? Salir de nuestra parálisis, es recibir el perdón; es fortalecer nuestros pies vacilantes para que podamos caminar, volver a casa, volver a Dios, volver a los nuestros...
¿Quieres levantarte, caminar y volver a casa? Acércate a Jesús, él no te juzga, él te ofrece su fuerza para fortalecer tu debilidad, él te sostendrá y su santidad -su amor y su misericordia-hara que te sientas y seas sano y libre.
DWV

Evangelio del día 30/06/2010

Miércoles de la XIII Semana del Tiempo Ordinario

Evangelio según San Mateo 8,28-34.

Cuando Jesús llegó a la otra orilla, a la región de los gadarenos, fueron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros. Eran tan feroces, que nadie podía pasar por ese camino. Y comenzaron a gritar: "¿Que quieres de nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes de tiempo?" A cierta distancia había una gran piara de cerdos paciendo. Los demonios suplicaron a Jesús: "Si vas a expulsarnos, envíanos a esa piara". El les dijo: "Vayan". Ellos salieron y entraron en los cerdos: estos se precipitaron al mar desde lo alto del acantilado, y se ahogaron. Los cuidadores huyeron y fueron a la ciudad para llevar la noticia de todo lo que había sucedido con los endemoniados. Toda la ciudad salió al encuentro de Jesús y, al verlo, le rogaron que se fuera de su territorio.
COMENTARIO
Jesús libera a estas dos personas de vivir entre muertos, en violencia, opuestos al resto de las personas; pero este gesto no es tomado como algo relevante: la ciudad sale al encuentro de Jesús, pero no para reconocerle como liberador, sino porque se siente amenazada: Valen más los cerdos que las personas!!!!!
No es difícil imaginarse situaciones parecidas en nuestro mundo moderno, donde preferimos que "no nos toquen los bolsillos" antes que hacer realmente algo efectivo para que otros puedan vivir una vida digna, sin violencia, en verdadera paz que sólo Dios puede dar "Mi paz les dejo" -esa paz que no es la de los hombres, sino que es la paz de Dios que incluye la justicia y el derecho.
Jesús no viene a "atormentar", viene a curar, a salvar, a liberar, a traer la buena noticia a los pobres... a ayudarnos a vencer nuestra violencia -la que nos hacemos a nosotros mismos, y la que hacemos a los otros. Ojalá que no queramos salvar "nuestros cerdos" antes que ayudar a quienes viven atormentados en sus vidas...
DWV

martes, 29 de junio de 2010

Evangelio del día -29/06/2010

San Pedro y San Pablo, apóstoles - Solemnidad

Evangelio según San Mateo 16,13-19.

Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: "¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?".
Ellos le respondieron: "Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas".
"Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?".
Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo".
Y Jesús le dijo: "Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo.
Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella.
Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo".

COMENTARIO

"Feliz de ti, Simón, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo". Con frecuencia nos vemos enfrentados ante aquellos que no creen, o más bien que tienen otras creencias; algunas veces nos piden "pruebas" para poder creer como nosotros. Sin embargo, esto no es algo que nosotros logremos por nuestras propias fuerzas, por nuestro conocimiento del mundo y de las cosas que lo conforman.
Creer en Jesús, aceptarle a Él como el Señor y Salvador, no llega por "la carne ni la sangre". Parte de esa búsqueda, de ese "Mesías" que buscamos -ese deseo de felicidad que hay en nuestro interior- y que al encontrarnos con Jesús "descubrimos" que es Él, como la Samaritana... Necesitamos un cambio de nombre, como sucedió con Simón, ahora es Pedro, es piedra. Encontrarnos con Jesús debe cambiarnos la Vida, nos amplía nuestros horizontes, nos da una nueva misión, nos da la autoridad y el poder para hacerlo, porque Él, nuestro Señor, va con nosotros"
DWV

lunes, 28 de junio de 2010

Evangelio del Día. 28/06/2010

Lunes de la XIII Semana del Tiempo Ordinario

Evangelio según San Mateo 8,18-22

Al verse rodeado de tanta gente, Jesús mandó a sus discípulos que cruzaran a la otra orilla. Entonces se aproximó un escriba y le dijo: "Maestro, te seguiré adonde vayas". Jesús le respondió: "Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos; pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza". Otro de sus discípulos le dijo: "Señor, permíteme que vaya antes a enterrar a mi padre". Pero Jesús le respondió: "Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos".
COMENTARIO

"El Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza"...Jesús vive la experiencia de la confianza puesta en Dios, su Padre. El último lugar donde Cristo recline su cabeza será la Cruz!!! ¿Estás dispuesto a esto? ¿A dejar que Dios pueda llevarte dónde Él lo quiera? ¿Que otros se preocupen de cosas de menor importancia -"déjame enterrar a mi padre" no es otra cosa que "déjame que me quede con mi padre hasta que muera" - incluso podríamos pensar en "déjame que pueda tener lo mío, que reciba la herencia, así seré de más ayuda, así no seré una carga.."-?
Jesús quiere que tengas Vida, y Vida en abundancia, VIDA con Mayúsculas; una vida que valga la pena ser contada, que estés feliz con ella...aunque felicidad no excluye crisis, ni problemas, ni dificultades. Un cristiano no pide estar exento de tentaciones, sino no caer en ellas, no dejarse vencer por ellas..Es estar dispuesto a "seguir" a Jesús, y no quedarnos "parados", "inmóviles"..Caminar, porque sólo así seremos personas que se dejen guiar por el Espíritu de Dios, soplo de Vida, fuerza que nos impulsa.
Vive la experiencia de Jesús, atrévete a VIVIR en plenitud!!!!
DWV

domingo, 27 de junio de 2010

Evangelio del Día 27/06/2010

domingo 27 Junio 2010

XIII Domingo del Tiempo Ordinario

Evangelio según San Lucas 9,51-62.

Cuando estaba por cumplirse el tiempo de su elevación al cielo, Jesús se encaminó decididamente hacia Jerusalén y envió mensajeros delante de él. Ellos partieron y entraron en un pueblo de Samaría para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron porque se dirigía a Jerusalén. Cuando sus discípulos Santiago y Juan vieron esto, le dijeron: "Señor, ¿quieres que mandemos caer fuego del cielo para consumirlos?". Pero él se dio vuelta y los reprendió. Y se fueron a otro pueblo. Mientras iban caminando, alguien le dijo a Jesús: "¡Te seguiré adonde vayas!". Jesús le respondió: "Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza". Y dijo a otro: "Sígueme". El respondió: "Permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre". Pero Jesús le respondió: "Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve a anunciar el Reino de Dios". Otro le dijo: "Te seguiré, Señor, pero permíteme antes despedirme de los míos". Jesús le respondió: "El que ha puesto la mano en el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios".


COMENTARIO

"Sígueme"..dice Jesús..pero, ¿quién puede hacerlo realmente? ¿quién puede seguir a Jesús?" Algunos intentamos hacerlo, pero a veces, nos sentimos como si Jesús estuviera muy lejos -digo, que es como nos sentimos, cuando equiparamos "seguir" a "imitar"-; pero sin embargo Jesús no nos está diciendo eso. Nos pide, eso sí, que estemos dispuestos a seguirle!!! Nos invita a aligerar nuestro peso, para que podamos caminar con él -él a nuestro lado. Es más bien él quien se adapta a nuesto ritmo. Si ve que tenemos cosas pesadas en nuestra "mochila", nos invita a ser confiados como Él -"vende lo que tienes y dáselo a los pobres"; a no guardar rencor, ni deseos de venzanzas, ni conflictos con los otros "vete a reconciliarte"-. A veces "camina sobre las aguas", y parece imposible seguirle, pero nos dice "No temas, yo estoy contigo".
Seguir a Jesús es querer que él esté a nuestro lado, es hacerle compañero de camino de nuestra vida. Estará ligeramente delante de nosotros, como para indicarnos el camino; pero en la más de las veces le sentiremos a nuestro lado, compartiendo la mesa, nuestras inquietudes, nuestros problemas, nuestras alegrías e ilusiones. Por eso, no cabe mirar atrás, como si "atrás" fuéramos a encontrar algo mejor que Él. Él es la piedra preciosa, el regalo mayor, el don del Padre.
Seguirle significa amarle.
DWV

viernes, 25 de junio de 2010

El Evangelio del día. 26/06/2010

Sábado 26 de junio
Sábado de la XII Semana del Tiempo Ordinario
Evangelio según San Mateo 8,5-17.
Al entrar en Cafarnaún, se le acercó un centurión, rogándole": "Señor, mi sirviente está en casa enfermo de parálisis y sufre terriblemente". Jesús le dijo: "Yo mismo iré a curarlo". Pero el centurión respondió: "Señor, no soy digno de que entres en mi casa; basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará. Porque cuando yo, que no soy más que un oficial subalterno, digo a uno de los soldados que están a mis órdenes: 'Ve', él va, y a otro: 'Ven', él viene; y cuando digo a mi sirviente: 'Tienes que hacer esto', él lo hace". Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que lo seguían: "Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel que tenga tanta fe. Por eso les digo que muchos vendrán de Oriente y de Occidente, y se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob, en el Reino de los Cielos; en cambio, los herederos del Reino serán arrojados afuera, a las tinieblas, donde habrá llantos y rechinar de dientes". Y Jesús dijo al centurión: "Ve, y que suceda como has creído". Y el sirviente se curó en ese mismo momento. Cuando Jesús llegó a la casa de Pedro, encontró a la suegra de este en cama con fiebre. Le tocó la mano y se le pasó la fiebre. Ella se levantó y se puso a servirlo. Al atardecer, le llevaron muchos endemoniados, y él, con su palabra, expulsó a los espíritus y curó a todos los que estaban enfermos, para que se cumpliera lo que había sido anunciado por el profeta Isaías: El tomó nuestras debilidades y cargó sobre sí nuestras enfermedades.
COMENTARIO
Jesús alaba la fe de esta persona: cree en la autoridad de su Palabra, básta que Jesús lo diga y se hará...al igual que él, cuando da una orden, sabe que la van a ejecutar, que se va a realizar, que se va a cumplir. No tiene dudas del poder de Jesús...
Esa misma autoridad la vemos actuando con la suegra de Pedro y con la multitud de enfermos que llevan a Jesús, porque él tomó nuestras debilidades y cargó con nuestras enfermedades.
Parece sencillo creer, y quizás así lo sea; quizás nos hemos hecho un mundo complicado a nuestro alrededor porque ya no creemos en la palabra de la otra persona; no creemos en lo que nos dice, ha perdido autoridad... Pero la Palabra de Jesús es VIda, él mismo es la Palabra de Dios -"Y el Verbo se hizo carne"...nos dice San Juan.
Cree en Jesús, cree en su poder, cree en Su Palabra..y él podrá curar tus dolencias y enfermedades..Te restablecerá como a la suegra de Pedro, para que puedas servirle.
Para eso te invito a que conozcas su Palabra, lee los Evangelios, conoce las Palabras que Dios te dirige cada día, en cada instante...Esa carta de Amor que Dios ha escrito para tí
DWV

Evangelio del Día -25/06/2010

viernes 25 Junio 2010

Viernes de la XII Semana del Tiempo Ordinario

Evangelio según San Mateo 8,1-4.

Cuando Jesús bajó de la montaña, lo siguió una gran multitud. Entonces un leproso fue a postrarse ante él y le dijo: "Señor, si quieres, puedes purificarme". Jesús extendió la mano y lo tocó, diciendo: "Lo quiero, queda purificado". Y al instante quedó purificado de su lepra. Jesús le dijo: "No se lo digas a nadie, pero ve a presentarte al sacerdote y entrega la ofrenda que ordenó Moisés para que les sirva de testimonio".

COMENTARIO

Siempre me ha encantado este pasaje del Evangelio. Me imagino a aquel pobre leproso, que tiene que ir por las calles, cuando alguna circunstancia especial lo amerita -si no, debe estar apartado, junto a otros enfermos como él-, gritando "Impuro, impuro", viendo y sintiendo que la gente se aparta, lo mira con desprecio o quizás con lástima...Y se acerca a Jesús, a aquel de quien le han dicho que "hace milagros"..."si quieres...." le dice, "si no te causo desprecio, repulsión, asco...si quieres.."
Jesús le mira con ternura, con dulzura, con amor...Y hace el gesto que no esperaba aquel hombre enfermo, se acerca y le toca..."Cuánto tiempo sin que alguien me viera de esa manera, cuántos años sin que nadie se acerque, cuánto tiempo sin sentir el contacto de alguien...sin sentirme impuro, sin sentirme rechazado..."
"Quiero" dice Jesús, porque Él lo quiere, Él lo desea... Y se produce el milagro, el milagro del amor, de la ternura, del abrazo, del "estoy contigo, a tu lado, cuenta conmigo"....
Y el corazón del leproso, que estaba más enfermo que su piel, quedó sano, lleno de Gracia, de Amor, de Vida... Ahora podría volver a acercarse a su familia, a los suyos, abrazarles, besarles, y de sus labios surgiran palabras de agradecimiento y de bendición para aquel que se acercó con un toque de Amor y le sanó.
No importa cómo puedan verte los demás, o incluso cómo puedas verte tú. Dios quiere acercarse a tocar tu vida y sanarla, llenarla de ternura, tocarte y decirte "Quiero".."Quiero que vivas bien, que vivas sano, que vivas feliz, que vivas próspero, que vivas alegre, que vivas en paz...Quiero" DWV


Simeón el Nuevo Teólogo (hacia 949-1022), monje griego Himno 30

Comentario de http://www.evangeliodeldia.org/

«El Señor lo tocó diciendo: ¡Quiero, queda limpio!»


Antes que brillara la luz divina,
no me conocí a mi mismo.
Viéndome en tinieblas y cárcel,
encerrado en un lodazal,
cubierto de suciedad, herido, hinchada mi carne...,
caí a los pies de aquél que me había iluminado.

El que me había iluminado toca con sus manos
mis ligaduras y mis heridas;
lo que su mano toca y allí donde se acerca su dedo,
inmediatamente caen mis ligaduras,
las heridas desaparecen, y toda suciedad.
Desaparece la suciedad de mi carne...
de tal manera que la hace semejante a su mano divina.
Extraña maravilla: mi carne, mi alma y mi cuerpo
participan de la gloria divina.

Desde que he sido purificado y desembarazado de mis ligaduras,
ahí está tendiéndome una mano divina,
me retira enteramente del lodazal,
me abraza, se me echa al cuello,
me cubre de besos (Lc 15,20).

Y a mí que estaba totalmente agotado
y que había perdido mis fuerzas,
me sube sobre sus espaldas (Lc 15,5),
y me lleva fuera de mi infierno...

Es la luz que me lleva y me sostiene;
ella me arrastra hacia una luz grande...
Me hace contemplar por qué extraño remodelaje
él mismo me ha formado de nuevo (Gn 2,7)
y me ha arrancado de la corrupción.

Me ha hecho el don de una vida inmortal
y me ha revestido de un traje inmaterial y luminoso
y me ha dado unas sandalias, un anillo y una corona
incorruptibles y eternas (Lc 15,22).

jueves, 24 de junio de 2010

¿Quiénes Somos?

Somos un Grupo de Oración y de Sanación en la Ciudad de Puerto Maldonado -Perú-, ya cercanos a la frontera con Bolivia y Brasil.
Nos reunimos para orar los días martes a las 8:00 p.m. en la Casa de Oración "La Zarza Ardiente" en la Cuadra 11 de la Av. Dos de Mayo.
Además tenemos 17 pequeños grupos -"células"- donde nos reunimos una vez a la Semana para orar y compartir la Palabra de Dios.
Tenemos inspiración Carismática, y nos gusta alabar a Dios con alegría.
También hemos iniciado dos grupos de oración-danzante o danza contemplativa, los días miércoles a las 5:30 p.m. y a las 8:30 p.m. en el mismo local

Historia de la Zarza Ardiente

La formación de este Grupo de Oración y Sanación se remonta a una iniciativa del entonces párroco de la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, Fr. Daniel Wankun o.p., quien, después de participar en un Retiro Internacional para Sacerdotes, dirigido por el P. Raniero Cantalamessa, en enero del 2005, siente el encargo de iniciar un Ministerio de Sanación en la parroquia a su regreso en Puerto Maldonado. La experiencia manifiesta del Espíritu Santo en la fiesta de Pentecostés de dicho año fue la confirmación de ese encargo, transformándose ese pequeño grupo que había iniciado formalmente sus reuniones unas semanas antes, en uno más numeroso, cuyo objetivo era aprender a orar, mejorar en su oración, orar por sanación y curación de amigos y familiares, sanarse espiritualmente (sanación interior) y también en su cuerpo (curación), comprender y afrontar desde la fe las realidades del dolor, el sufrimiento y la enfermedad, y servir a los más necesitados. Por ese motivo celebramos nuestro aniversario en la Fiesta de Pentecostés.
El nombre de “Zarza Ardiente” se debe a una vivencia de la presencia de Dios durante un momento de adoración eucarística en uno de los primeros retiros de este grupo, junio del 2005, en la que, al igual que Moisés, fuimos invitados a “descalzarnos” ante Él, y el fuego de su Espíritu, como fuego que no se extingue, nos regaló carismas y dones que hemos puesto al servicio de la Iglesia. Los inicios del grupo estuvieron marcados por tres notas muy características: la intensidad de la alabanza, la libertad para hacerla y la vivencia de formar parte de una comunidad. Dios nos permitió poder expresarle nuestra alabanza de forma libre y espontánea, pero con un solo corazón que hacía que viviéramos verdaderos encuentros intensos con Él, que quedaban confirmados en los signos externos e interiores de su presencia: conversiones, manifestación de los carismas espirituales, sanación interior y física, especialmente.
Conforme fue avanzando el tiempo, el grupo fue creciendo en número y también en el conocimiento de Dios, especialmente de su Palabra y de las manifestaciones del Espíritu Santo en la vida de los cristianos, y se fueron creando los diferentes ministerios o servicios necesarios para poder brindar a las personas una experiencia de oración profunda. En el año 2007, gracias al generoso apoyo de la Asociación del A.H. Dos de Mayo, la parroquia recibe en calidad de sesión de uso el local comunal donde de forma regular realiza sus reuniones este grupo de oración, por ser parte de la parroquia. Las Asambleas, cada vez más numerosas, nos motivaron a ofrecer nuevos espacios de esta vivencia de oración que son las células o “Zarcitas” que intentan crear en cada una de ellas esa primera experiencia de comunidad, alabanza y libertad vivida al inicio de la formación de este grupo. En ellas, la Palabra de Dios y la alabanza son el núcleo de los encuentros, y buscamos de esa manera que ese fuego de Dios, esa Zarza Ardiente, arda en cada corazón y transforme así nuestro mundo.